La rápida expansión del coronavirus y su fácil contagio obligó al aislamiento obligatorio. Sin embargo, hay algunas personas que aún se muestran esquivas a quedarse en sus casas y tomar los recaudos necesarios.
“Todavía se ven a los padres que van al supermercado con los niños en brazos”, aseguró la dra Lha Alegre, secretaria de Salud, Medio Ambiente y Desarrollo Humano de la Municipalidad de Posadas. Al tiempo que resaltó que atenuar los contagios de esta pandemia, “depende de toda la comunidad”. Por eso, se apela a una profunda responsabilidad social: “porque está en riesgo la salud de todos”.
En ese contexto remarco que es importante que “solo una persona por familia se encargue de las compras, ya que, al sí va más de uno se quintuplica el riesgo de contagio. También es prudente al llegar a nuestras casas descalzarnos antes de entrar y lavarnos las manos. Damos pautas claras y sencillas, así como nos indicó el Sr. Intendente de la ciudad Lalo Stelatto”, dijo en declaraciones radiales.
Ante la presencia del COVID-19, recordó que se recomienda además de permanecer en la casa, el distanciamiento social, evitar los contactos al saludar y no concurrir a lugares donde se reúna mucha gente; los niños no deben salir del hogar; trabajar desde la casa en los casos que se pueda.
Dengue
La otra batalla que se lleva adelante desde el municipio es la erradicación del mosquito Aedes aegypti, que transmite enfermedades vectoriales.
Los huevos de este insecto son depositados en aguas estancadas y pueden sobrevivir hasta un año en condiciones de sequía, gracias a una película protectora que los envuelve. “Esta última también, protege de los insecticidas utilizados en el control vectorial, como también de productos como el hipoclorito de sodio (lavandina)”, explicó la doctora. Y aclaró que durante esta primera fase del ciclo vida, las larvas pueden esperar hasta las primeras lluvias del verano siguiente para eclosionar y convertirse en larvas, denominado periodo de latencia.
Al comprender este mecanismo, se reafirma la necesidad de evitar que los huevos sean depositados en lugares con agua. Entre éstas, se cuentan lavar y refregar con frecuencia los recipientes que quedan a la intemperie, dejarlos boca abajo o taparlos, para evitar que las larvas se desarrollen.
“De nada sirve fumigar y matar al mosquito en vuelo, si no atacamos a las larvas que crecen en cualquier espacio de nuestras casas”, sostuvo la funcionaria municipal, haciendo hincapié en controlar los índices larvarios para combatir el dengue. Las condiciones climáticas actuales: la lluvia, el calor y la humedad son justamente lo que necesitan los mosquitos para reproducirse.
Ya para finalizar, recordó que el mosquito Aedes aegypti es de hábitos domiciliarios y se desarrolla en ámbitos urbanos y suburbanos. Se cría en recipientes capaces de acumular agua (neumáticos, floreros, botellas, bebederos de animales, latas, y cualquier recipiente en desuso), donde las hembras ponen sus huevos. Los huevos eclosionan dando lugar a las formas larvarias, que luego se convertirá en mosquito adulto. La única forma de prevención del dengue es evitar la cría y proliferación del mosquito transmisor impidiendo la acumulación de agua dentro y fuera del domicilio.